sábado, 7 de diciembre de 2013

DIOS, HE AQUÍ, TUS HIJOS...

Hay un Dios que conocemos...
Busca revelarse de muchas maneras,
nos llama a la puerta de nuestra casa
y a veces, lamentablemente, hacemos
oídos sordos a su llamado...


                                                                 

          Jesús nos enseña a través de sus parábolas y sus mensajes de amor, santidad y perdón. Por medio de la naturaleza, los pájaros, los árboles y las flores, todo lo bello, nos lo da, Dios, nuestro Padre Celestial.
          Nuestro Padre Celestial, observa con ternura a cada uno de sus hijos, cuando salen o cuando llegan. Nuestro Padre Celestial, coloca en la mesa de sus hijos, el alimento de cada día. Ninguna lágrima es derramada, sin que Dios lo sepa... Y toda sonrisa que nuestros labios dibujen, es la sonrisa de Dios...
          La vida nos aturde con problemas y angustias, decepciones y fracasos, pero nuestra Fe tiene que ser Gigante! para seguir adelante y si nos aferramos a él con devoción, nada es imposible para ser seguidores del Señor!


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